Es cada vez mas evidente una actividad económica de empresa orientada a lo inmaterial, que produce servicios y conocimiento. Cada vez más los activos de estas empresas son capital humano, capital relacional, capital intelectual. Contar con estos recursos requiere obviamente una inversión del mismo modo que si fuese necesaria una nave industrial. Pero, ¿qué ocurre cuando se va a pedir un crédito para un proyecto empresarial de estas características? Al parecer nuestro sistema financiero sigue con los mismos criterios de hace décadas, y no hay nada que hacer sin una declaración de bienes que según los criterios del banco, respalde el préstamo solicitado. En esta declaración de bienes serán de escaso valor los intangibles, como su experiencia, currículo, ideas, proyectos. Por lo tanto su declaración de bienes vale tanto como el valor de sus bienes materiales. Ahora bien, si los negocios de futuro son inmateriales y la financiación es para los que tienen bienes materiales; Luego las personas que tienen patrimonio, y por tanto, según los criterios del sistema financiero, posibilidad de financiarse, ¿en que medida son emprendedoras?, y ¿qué disposición tienen para abordar proyectos de negocios intangibles? Por lógica sencilla se pueden evidenciar como ha resultado tan fácil financiar inmuebles, y en cierto sentido lo sigue siendo más que otras inversiones. Es por esta razón que, las personas con patrimonio, recursos y verdadera conciencia sobre el funcionamiento de la economía, cada vez más busquen vías alternativas para invertir su dinero mediante préstamo directo a emprendedores, y sistemas de inversión-financiación al margen del sistema financiero. |
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